Esta frase tiene muchas interpretaciones diferentes, pues cada paciente tiene un concepto personal de pecho bonito o ideal.
Para algunas pacientes el pecho bonito es un pecho redondo, para otras en forma de lágrima, para otras un pecho grande, para otras algo caído…
Por ello, es muy importante escuchar a nuestras pacientes y adaptarnos a las necesidades de cada una de ellas para así conseguir los mejores resultados posibles.
“La belleza es aún más difícil de explicar que la felicidad.”
Simone de Beauvoir.
Una cirugía mamaria con implantes no es una ecuación tan sencilla como implante igual a resultado, pues existen múltiples factores y variables.
Entre ellos destacamos la elasticidad de los tejidos, el volumen mamario previo, deformidades congénitas, asimetrías, ptosis o caída de la mama, embarazos, tipo de cicatrización, cuidados durante el postoperatorio.
Entre los cirujanos plásticos siempre ha existido la aspiración por conseguir un pecho con una forma ideal, natural y acorde a las medidas de cada paciente.
Nuestra sociedad científica sigue en la búsqueda de algún patrón matemático que nos simplifique las variantes y nos proporcione buenos resultados.
La mayoría de los cirujanos estamos de acuerdo que el pecho ideal debe tener una proporción de 45:55 entre el polo superior e inferior.
El doctor Patrick Mallucci, elaboró recientemente un nuevo concepto de “mama ideal” denominado ICE (Implante – Capacidad – Exceso de tejidos).
Esta herramienta médica nos ayuda planificar mejor la cirugía, pero sigue siendo insuficiente por sí sola para obtener unos resultados satisfactorios.
En la cirugía de aumento de pecho no sólo influye los datos objetivos, sino también el concepto de la paciente de “pecho bonito”.
“La cirugía mamaria fue, es y será un intervención donde la CIENCIA y el ARTE van de la mano”.
Carlos León
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